domingo, 19 de julio de 2020

Irak


Antigua mezquita en la orilla oriental de Bagdad. | Mezquitas ...

Capital: Bagdad
Situado en la península arábiga

Irak tiene una gastronomía con unas raíces muy antiguas y se considera que le pertenecen los primeros recetarios de la humanidad. En la edad de oro del Islam Irak definió sus platos, tomando influencias de sus países vecinos: Irán, Turquía y Siria. La base de sus platos son el arroz, el cuscús, legumbres y vegetales, con los que se preparan desde entrantes o mezzes hasta platos principales. La carne es más consumida que el pescado, sobre todo la de cordero, aunque podemos encontrar brochetas, albóndigas y bocadillos de ambos, bastante especiados. El pan plano, como en toda la zona, se utiliza para ayudar a coger la comida con las manos. Los lácteos se consumen sobre todo en forma de yogur y  queso. Como postres son típicos los pastelitos de masa, sémola o fideos rellenos con frutos secos o dátiles, fritos y bañados en sirope, miel o agua de azahar o rosas. El té con cardamomo es una de las bebidas más consumidas, al igual que el café. Irak huele a berenjena, a tomate, a cebolla, a garbanzos, a menta, a cordero, a canela, a pan ácimo, a comino, a café, a pistachos, a agua de rosas y a cardamomo.

Pastel de verduras

Pan de pita con zahtar












Té con cardamomo


Kofta de pescado y patatas















Las kleicha son unas galletas tradicionales de Irak y Arabia Saudí. Se preparan para celebrar algunas festividades, como el Ramadán o la peregrinación a La Meca. Suelen compartirse con vecinos y amigos, por lo que deben prepararse con esmero. La mayor dificultad de la receta está en estirar ambas masas de forma fina y para ello se requiere experiencia. Puede ser por esto que, aunque las galletas más llamativas son las iraquíes, con su forma redondeada y su dibujo en espiral, las encontramos en otros países con forma triangular o de tartaleta. También podemos encontrar otros rellenos menos trabajosos, como el de nueces y azúcar.



Kleicha

Ingredientes para 4 personas:
























  • 150 g de harina
  • 1 cucharadita de comino negro
  • 1/2 cucharadita de levadura
  • 1/2 cucharadita de azúcar
  • 1 pizca de sal
  • 50 g de mantequilla
  • 150 g de dátiles
  • 1 cucharada de aceite de girasol
  • 5 vainas de cardamomo
  • 1 yema de huevo
  • 2 cucharadas de leche


Se mezcla la harina, el comino negro, la levadura, el azúcar y la sal. Se añade la mantequilla derretida y se mezcla bien. Se va añadiendo agua tibia a cucharadas mientras se amasa hasta conseguir una masa suave y un poco húmeda.

Se hace una bola, se cubre con un paño y se deja reposar 1 hora en un lugar cálido.

Se trituran los dátiles con el aceite y el cardamomo. Se calienta la mezcla 5 minutos en una sartén, para que esté más manejable.

Se estira la masa sobre papel de horno, dándole forma rectangular de unos 6 mm de grosor.

Se coloca la pasta de dátiles entre dos hojas de papel film y se estira hasta conseguir el mismo tamaño que el de la masa. Se coloca la pasta de dátiles sobre la masa (retirando con cuidado el papel film) y se enrollan desde el lado largo. Se plasta ligeramente el cilindro y se corta en trozos de 1,2 cm.

Se bate la yema con la leche y se pintan las galletas con la mezcla. Se hornean 20 minutos a 180ºC.


La pasta de dátiles puede comprarse ya hecha, facilitando la receta. En ese caso la mezclaremos con el aceite y el cardamomo ya molido y la calentaremos en la sartén. أتمنى لك وجبة شهية

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